Día Mundial del No Uso de Plaguicidas: cuidando la salud de la tierra y de las personas

Publicado: 03 / 12 /2025

Redacción AJNAB: Equipo de organización

Foto: OPS

Cada 3 de diciembre se conmemora el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, promovido por la Red de Acción en Plaguicidas (PAN) Internacional, en memoria del desastre industrial de Bhopal (India, 1984), considerado uno de los peores accidentes químicos de la historia. Según esta organización, “decenas de miles de personas fallecieron y más de medio millón resultaron afectadas por la fuga masiva de gases tóxicos” (PAN Internacional).

Esta fecha invita a reflexionar sobre los efectos del uso intensivo de plaguicidas en los ecosistemas y la salud humana, especialmente en América Latina, donde la agricultura es un motor económico y social, pero también un espacio de alta vulnerabilidad ambiental.

Impactos en suelos y agua

En gran parte de América Latina, los monocultivos extensivos dependen intensamente de agroquímicos. La aplicación continua de plaguicidas altera la microbiota del suelo, reduce su fertilidad y deteriora su capacidad de retención de agua y nutrientes, comprometiendo la productividad a largo plazo y dificultando la transición hacia modelos agroecológicos.

El agua también se ve afectada: los plaguicidas llegan a ríos, lagos y acuíferos mediante escorrentía e infiltración. Estudios regionales han detectado glifosato, atrazina y neonicotinoides en fuentes superficiales y subterráneas, con impactos significativos sobre la biodiversidad acuática. Por ejemplo, un estudio en la Amazonía ecuatoriana identificó 23 plaguicidas en ecosistemas de agua dulce, con riesgos ecológicos agudos o crónicos en más del 60 % de los sitios monitoreados (ScienceDirect, 2023).

Situación en Bolivia

Bolivia no está exenta de esta problemática. Según Fundación Solón (2023), las importaciones nacionales de plaguicidas crecieron de unas 9 mil toneladas en 2000 a aproximadamente 55 mil en 2021, y una parte importante corresponde a productos clasificados como peligrosos.

En Santa Cruz, un estudio en ocho comunidades agrícolas reveló la presencia de glifosato y DDT en prácticamente toda la población evaluada, evidenciando una exposición generalizada a químicos tóxicos (Abyayala TV, 2024).

En Cochabamba, el 74 % de las verduras analizadas y el 43 % de los alimentos agrícolas contenían plaguicidas, muchos de ellos altamente peligrosos (Publiagro, 2025). Además, investigaciones académicas confirmaron que la exposición significativa a plaguicidas en  agricultores experimenta daño genotóxico, que afecta al material genético. Si este daño no se repara, las mutaciones del material genético de las células persisten y se acumulan, lo cual puede tener consecuencias negativas para la salud. Aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y otras afecciones degenerativas (Centro de Capacitación y Justicia, 2023).

En este Día Mundial del No Uso de Plaguicidas, es fundamental promover alternativas basadas en la agroecología, la producción ecológica, el manejo integrado de plagas y la reducción progresiva de plaguicidas altamente peligrosos. América Latina tiene un enorme potencial para avanzar hacia sistemas alimentarios más sanos, sostenibles y justos. Este día no solo es un recordatorio de los riesgos actuales, sino también una invitación a construir un futuro donde la salud de la tierra, el agua y las personas sea la prioridad.