¿Puertas cerradas en la COP30? Zona Verde deja afuera a quienes defienden el planeta

Publicado: 14/11/2025

Corresponsal Brasil AJNAB: Samuel R. - Organización: Plataforma Boliviana de Acción Frente al Cambio Climático (PBACC)

Redacción AJNAB: Tamara B. - Organización: Partners Campus San Simón

Foto: Samuel R.

La COP30, celebrada en Belém do Pará, Brasil, se presenta oficialmente como una cumbre que busca acercar la agenda climática a toda la población, garantizando la participación activa de juventudes, organizaciones sociales y la sociedad civil en la llamada Zona Verde. Sin embargo, un hecho ocurrido este viernes 14 de noviembre contradice de manera frontal ese compromiso donde varios asistentes, entre ellos representantes juveniles y comunitarios, denunciaron que no se les permitió ingresar argumentando que el espacio “estaba lleno”, pese a que otras personas continuaban entrando y saliendo sin dificultad.

La situación se vuelve especialmente preocupante considerando que la Zona Verde, según la página oficial de la COP30, es un espacio abierto al público sin necesidad de acreditación, concebido para promover el diálogo, la participación y el intercambio de propuestas en torno a la crisis climática. Esta contradicción entre el discurso y la práctica plantea un serio cuestionamiento sobre la transparencia, la coherencia y la accesibilidad real del evento más importante del mundo sobre cambio climático.

Según el testimonio de nuestro corresponsal en Brasil Samuel R. , representante juvenil acreditado desde Bolivia, en horas de la mañana sí logró ingresar a la Zona Verde, confirmando que había bastante afluencia, pero sin mayores restricciones. Lo alarmante ocurrió más tarde, cuando él y otros asistentes regresaron para continuar con las actividades programadas y se encontraron con las puertas cerradas, mientras que como se ve en la foto hay personas saliendo y otras ingresando.

Video: Samuel R.

En el video enviado por Roque Torrez se puede escuchar la molestia de los asistentes frente a esta situación. A esto se le suma, que habían personas en el interior del recinto, lo que contradice el argumento de “capacidad máxima”.

De acuerdo con la información oficial publicada en la página de la COP30 (cop30.br), la Zona Verde es un espacio gratuito, público y sin acreditación previa, diseñado precisamente para asegurar la participación amplia de la sociedad civil. Este incumplimiento no solo afecta a quienes viajaron representando a la juventud ambientalista latinoamericana y otras organizaciones en pro del medio ambiente, sino que también vulnera el principio de inclusión que la cumbre dice defender como legado para la región amazónica.

La decisión de impedir el ingreso a la Zona Verde, aun cuando oficialmente debe permanecer abierta al público, pone en evidencia un problema que va más allá de la logística donde se expone una brecha entre el discurso institucional y la realidad de quienes buscan participar activamente en la agenda climática.

Si la COP30 pretende consolidarse como un espacio de diálogo diverso, transparente y comprometido con las voces que históricamente han sido marginadas, cerrar puertas —literal y simbólicamente— no solo daña su credibilidad, sino que también desarticula el propósito de construir soluciones inclusivas frente a la crisis climática. La juventud, los pueblos indígenas, las comunidades locales y la sociedad civil organizada son actores fundamentales para transformar el futuro del planeta y no deben enfrentarse a barreras que contradicen los principios de participación y justicia climática proclamados por el propio evento. La COP no puede darse el lujo de fallar en aquello que ella misma afirma defender acerca de la accesibilidad y la escucha activa.

Como reportera ambiental y joven comprometida con la defensa de nuestro medio ambiente, considero que lo ocurrido en la COP30 es una señal de alerta que no podemos ignorar. Si un espacio como la Zona Verde, diseñado explícitamente para ser público, gratuito e inclusivo, se convierte en un lugar inaccesible por decisiones poco claras o mal gestionadas, estamos frente a una contradicción peligrosa en un momento crítico para la humanidad.

La lucha climática necesita puertas abiertas, no barreras. Necesita voces diversas, no silencios impuestos. Necesita transparencia, no excusas. Por eso es urgente que los organizadores garanticen que la Zona Verde permanezca realmente abierta, tal como se comprometieron, porque excluir a quienes buscan proponer, dialogar y construir soluciones es perder la oportunidad de transformar el mundo desde la verdad, la participación y la justicia. La juventud y otras organizaciones preocupadas por el medio ambiente no pueden ni deben quedarse afuera y es nuestra responsabilidad seguir alzando la voz para que estos hechos no se repitan.

AJNAB - Agencia Juvenil de Noticias Ambientales Bolivia