Salud en riesgo: El impacto del cambio climático en la niñez y las juventudes de Bolivia
- generacionesperanz5
- 13 nov
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Publicado: 13/11/2025
Redacción AJNAB: Ana Rosa S. - Organizaciones: GYBN / Juventud Consciente
Foto: UNICEF/UNI28339/Abramson

Este 13 de noviembre, en la COP30 se abordó el tema de la salud, un eje primordial para la niñez, adolescencia y juventudes. El vínculo entre la salud y el clima es cada vez más evidente, y en el caso de Bolivia, la situación adquiere matices particulares para la niñez, la adolescencia y las juventudes.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cambio climático es “la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI”. En Bolivia, los efectos del cambio climático como ser olas de calor más intensas, sequías prolongadas, inundaciones y contaminación atmosférica, convergen en territorios ya vulnerables, lo que implica riesgos crecientes para los jóvenes, sus comunidades y sus oportunidades de vida.
En el ámbito de la salud, los niños, adolescentes y jóvenes tienen mayor vulnerabilidad fisiológica y social. Por ejemplo, las Naciones Unidas señalan que los menores de cinco años serán los que soportarán la mayor parte del incremento de las enfermedades exacerbadas por el cambio climático.
El Informe SITAN de UNICEF Bolivia indica que en Bolivia más de 2,5 millones de niñas, niños y adolescentes en 119 municipios están expuestos a niveles muy altos o altos de contaminación ambiental, con implicaciones directas para su salud respiratoria, nutricional y de desarrollo. Condiciones climáticas que afectan también la disponibilidad de agua limpia, alimentos nutritivos y el funcionamiento normal de servicios de salud, lo cual repercute en la niñez y la juventud de manera profunda.
Desde el punto de vista social y generacional, los efectos del cambio climático pueden limitar las oportunidades de las y los jóvenes bolivianos. La exposición a condiciones extremas, como temperaturas superiores a los 31 °C en muchos municipios, las sequías severas o las inundaciones frecuentes, no sólo amenazan la salud inmediata, sino también el acceso a la educación, al empleo y al desarrollo comunitario. Por ejemplo, cuando una escuela debe cerrarse o adaptarse tras una inundación, los jóvenes pierden días de aprendizaje. Cuando las familias deben migrar o cambiar sus medios de vida por la sequía, los adolescentes pueden verse obligados a abandonar sus estudios o asumir trabajos precarios. Esto produce una intersección crítica entre salud, cambio climático y desarrollo juvenil.
Por último, la situación también es una llamada a la acción con perspectiva juvenil. Si aceptamos lo que señala las Naciones Unidas cuando menciona que “la crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia”, entonces hay que entender que es urgente generar espacios de participación para las juventudes bolivianas en los procesos de adaptación y mitigación del cambio climático. Al mismo tiempo, es indispensable fortalecer los sistemas de salud, agua, saneamiento, educación y protección social para que sean resilientes al clima.
La integración de la salud en las políticas climáticas y la promoción de ambientes seguros, limpios y saludables para jóvenes son pasos fundamentales para que Bolivia avance hacia un futuro donde sus jóvenes no solo sobrevivan, sino prosperen.
AJNAB - Agencia Juvenil de Noticias Ambientales Bolivia







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